Baires, 02 Enero 2024
Al 44%… Parte 1
Hoy escribo nuevamente.
Hasta hace dos días me costaba expresar lo que les quería decir.
Porque este 44% es de lo más heterogéneo, no es que el 56% no lo sea (y sobre esto vamos a volver prontamente).
Es difícil creer que este porcentaje represente a votantes “del” candidato que perdió.
Un candidato que a la par detentaba el cargo de Ministro de Economía, una decepción que no pudo controlar la inflación (sostenemos que la inflación en la Argentina es una cuestión política y no meramente económica).
Con unos adversarios feroces, el gobierno saliente fue incapaz (por decir lo menos) de gestionar unos números tremendos de inflación del 150% interanual 2022/2023, de salarios “en blanco” para trabajadores que no llegan a fin de mes, de trabajadores informales que conforman más de la mitad de los económicamente activos (a veces se habla de un 60%, otras veces de que el trabajo informal logró estar por debajo del 40%… sin números certeros pero con existencia concreta).
De unos índices de pobreza que podemos pensar en no menor al 45% (sin números oficiales para el fin del mandato, porque se calculan a semestre cerrado), con un dolorosamente aproximado del 10% de indigencia, para un país cuya matriz productiva es el Campo.[1]
Un candidato, por segunda vez, puesto “a dedo” por la ex presidenta y también ex vicepresidenta; quien supuso un papel de guía desde una lógica de Personalismo que pareciera estar impresa en nuestras expectativas mesiánicas de salvataje.
Ningún votante dentro del 44% en su sano juicio, pudo haber elegido este modelo.
¿Y entonces qué se votó? ¿Si no se votó al candidato, si no se votó a la continuidad de este modelo de pobreza? ¿Qué SI se votó?
Se votó por la continuidad del espíritu de la República, su sustancia y no sólo sus formas.
Por la continuidad de la Democracia.
Por seguir el sendero de la independencia y la Soberanía (solamente de estas dos palabras podemos hablar un montón).
Se votó también a la continuidad de Programas y Proyectos en y de Desarrollo de la Industria Argentina.
Por la continuidad de la Salud Pública.
A la continuidad de la Educación Pública en todos sus niveles desde Inicial hasta el Universitario, porque entendemos que no puede haber un Futuro de Crecimiento Nacional sin profesionales argentinos.
Se votó por una Argentina Soberana, con fuertes vínculos regionales y mejores relaciones Internacionales en un mundo con colapsos permanentes.
Pero se votó también con una Urgencia de Salvaguardar este Proyecto de Argentina, porque si bien no se entiende que alguien haya votado la continuidad de un programa de gobierno fallido (la realidad de nuestra población es desesperada en su subsistencia básica), la Otra, la “Nueva” Propuesta se nos presentaba contraria a todo lo mencionado.
Con la convicción de que el Mercado es una parte y no el Todo de la conformación social y por ello no es una categoría equivalente al Estado y por tanto es ya teóricamente falso que uno pueda reemplazar al otro, mucho menos lo podría ser en la realidad.
En la práctica, el “liberar” todas las actividades al Mercado es una falacia, porque el mercado no es anónimo aunque así lo simulen quienes lo comandan,de esto dan claras pruebas los procesos históricos, no hacen falta elucubraciones y debemos terminar con la ignorancia al respecto.
Y así como el mercado tiene dueños locales e internacionales, de la misma manera esta #Liberación, tan sólo disfraza una colonización solapada.
Wally.
P.D.: Se viene la segunda parte. Tenemos mucho que reflexionar sobre las próximas transformaciones para la Argentina que queremos construir.
[1] Fuente Indec: https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/eph_pobreza_03_2302A7EBAFE4.pdf