Carta Abierta #7 EL CANDIDATO #VIRTUAL

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Baires, 18 enero 2024

El @candidato #virtual

El Fanatismo en la Era de las Subjetividades Mediadas por la Tecnología.          

En el ciberespacio todo se consume, todo se intercambia. ¿Es el Mercado más #Libre que tenemos? No porque no esté intensamente regulado, y veremos de qué maneras.

Sino porque en este Mercado Virtual “pareciera” que todo está a la Venta.  Y “pareciera” que eso es la #libertad. Mucho que repensar…                 

Siguiendo una posible interpretación del trabajo sobre Infocracia del filósofo contemporáneo Byung-Chul Han (mis disculpas anticipadas al autor),[1] podríamos decir que las performances, actuaciones y puestas en escena de “personajes”, en las Redes Sociales, son propuestas a un público, tecnología mediante, para su “libre” mercantilización y consumo.

A lo argentino, nosotros haremos nuestra #libre asociación de ideas…

En la actualidad,  los algoritmos y la inteligencia artificial, a través de los “smart phones”, nos acompañan a cada paso de nuestras vidas cotidianas. Literal. A cada paso. Con el celular en la mano.

Basadas en los registros y análisis de datos recopilados de cada usuario de internet, de sus gustos a través de los “likes“, búsquedas, visitas, suscripciones, tiempos de reproducción  de las publicaciones y de las publicidades, que registran subjetividades, que aluden a  gustos y preferencias particulares, van configurando distintos  “perfiles” de usuarios.

Y según esta arquitectura creciente de algoritmos, se “propone” a cada usuario nuevos consumos “afines” y/o “en continuidad” con las subjetividades (gustos y preferencias) registradas.

Algunas personas, como quien les escribe, parecieran encontrar un riesgo a la propia libertad en esta guía (o manipulación según les parezca), de las “ofertas” de contenidos que nos propone la tecnología “inteligente” en cada pantalla.

Desde el uso más ingenuo posible (si es que alguna vez la ingenuidad tuvo alguna relación con las propuestas del “mercado”), ciertas plataformas virtuales pretenden tener la atención de sus usuarios con la mayor cantidad de vistas posibles, la mayor cantidad de tiempo de consumo, y con la mayor cantidad de recomendaciones que estos usuarios puedan dar “compartiendo” con otros nuevos usuarios.

Burdamente describí el cómo se transforma en mercancía un servicio para ser intercambiado en el ciberespacio. Y mientras tenga circulación está vital, sigue actuando y por tanto se revaloriza para un próximo consumo.

Si lo que se ofrece, logra una determinada y suficiente demanda, lo expuesto se “monetariza”. Así llegamos a la mercantilización de los contenidos virtuales.

La publicidad y la propaganda (con imágenes, colores y títulos de impacto) completan el “negocio”.

La “desconfianza”, propia, surge cuando las propuestas de consumo empiezan a ser sugerentes.

Cuando no sólo es “A demanda”, sino que tiende a “Crear la demanda”. Hasta ahí es más de la misma propaganda surgida en 1880 desde el Anglo con la segunda revolución industrial: la industria de la publicidad y su uso propagandístico para crear falsas necesidades para la compra-venta de bienes (sociología tradicional).

Pero la inteligencia artificial lo ha llevado a otro nivel, generando opciones “a medida” de cada usuario. Por ello cada número celular tiene un usuario de correo electrónico: para identificarnos

Los algoritmos conforman una posible lista de videos para devolverle nuevas propuestas de consumo cada vez más consustanciadas con el perfil del usuario, trazado cada vez con más datos que profundizan especificidades.

El proceso es recíproco: el usuario busca y da consentimiento según estas subjetividades.

Lo que se va delineando como un interés cada vez más fragmentado que, por lo tanto, lejos de configurar horizontes más amplios de intercambio y comprensión de la vida social, los estrechan y dicotomizan, un estado simbólico de “yo” y “el resto”.

Al mismo tiempo, en muchas personas, esta característica de uno a uno, cuando el personaje consumido por redes te habla a vos a la cara, el vínculo que se puede construir es de proximidad. Con la asiduidad en la participación de chats y foros, pueden surgir sentimientos de fidelidad.

Teniendo base en tantos estímulos, propuestas, repeticiones de vistas y clicks para #decidir# cada consumo en la pantalla, se genera un vínculo de intimidad con el objeto de admiración.

La capacidad subjetiva realiza un desplazamiento a ese continente y referente, una identificación donde ese otro soy yo.

A su vez, son las conexiones, las Redes, las que van fortaleciendo los vínculos entre usuario, contenido, comunidad virtual, nuevos contenidos. En un entramado amplio. Un entretejido social virtual.

 Estas múltiples aristas pueden decantar en un sentimiento colectivo de identificación interpersonal donde se genera este desplazamiento en el que “somos uno” con los otros que son mis pares y coetáneos, que piensan y sienten igual que yo, y se referencian con el mismo sujeto/objeto de admiración con quien cada uno de los miembros de esta colectividad se identifica. Emerge un fuerte sentido de vivencia grupal, y por tanto de latente sentido supervivencia.

Para las percepciones de cada usuario, esta virtualidad cobra un fuerte sentido subjetivo que, dependiendo de las emocionalidades asociadas, puede resultar afectado en sentimientos de inseguridad, recelo, enemistad, rivalidad, hostilidad, amenaza, también de empatía, solidaridad, cooperación; a la par de reflexión, diálogo, debate, discusión, hostigamiento entre otros…

Lo notable es que se ponen en juego sentidos de afectividad.

En este punto podríamos pensar que se ponen en juego sentidos de autoascripción identitaria a un grupo o comunidad específica, distintiva de otras. La membrecía es a la par sentimiento de pertenencia (Barth, 1997: Becket, 1992).  Se conforma un imaginario social de conjunto social fuertemente delimitado (no quisiera forzar a Anderson, 1989). La pasión acaba de entrar en juego.

Podemos observar que “los comentarios” en las Redes Sociales, pueden ser aportes para una construcción de entramado social conjunto, anclado en emociones y subjetividades que parecieran ser bases de apoyo, influencia y sustancia, para las nuevas argumentaciones y comentarios.

Desde las ciencias sociales y entrando en el campo de los Fan Studies, siguiendo las reflexiones de Libertad Laborda (2018), podemos observar las redes de reciprocidad entre la comunidad y su sujeto de admiración (deseo). Una reciprocidad altruista (M. Sahalins en referencia a M. Mauss) ya que quienes sienten haber recibido un don, sienten la necesidad de compensarlo con un Contradon mayor; en este caso una defensa incondicional de su líder.

No debemos suponer que un grupo social así caracterizado sea monolítico. Aunque se configuran como conjuntos sociales, son heterogéneos, disímiles y polisémicos.

En esta retroalimentación virtual, mediada, continua e inmediata, tanto los algoritmos como los usuarios se nutren de esta interacción. La inteligencia artificial dialoga con nosotros desde hace años.

En el campo de la política, y específicamente conformando grupos partidistas, desde hace años que internacionalmente se llevan adelante fuertes críticas a las Redes Sociales por manipular ese interés.

Porque “alguien” con un interés, inicia esta búsqueda y captura de usuarios. Alguien, con SU interés dirige las pautas de estos algoritmos “anónimos”.

El medio podrá ser lógico-matemático, la intencionalidad, no.

Por ejemplo en términos político eleccionarios.

La crítica es que a través de las Redes Sociales se busca apelar a todo lo antedicho para lograr una adhesión en la identificación personal en la conformación de una figura, en este caso puntual, una figura de representación política.

Pueden encontrarse contenidos relacionados a la política y geopolítica, que no son sólo un entretenimiento ni apelan a lo racional, sino a lo emocional.

Otras veces son “fake news” pero que interpelan y profundizan “nociones” previas del usuario, o bien la opinología rabiosa y sin ningún contenido argumentativo lógicamente válido.

Así llegamos a lo que algunos autores denominaron la noticia deseada, que lejos está de corroboraciones empíricas: son exactamente lo que quiero escuchar, aunque no tenga basamento argumental.

Conocer, estudiar esto, permite planificar actuaciones. Lo que se denomina coaching para postulantes políticos. Para guiarlos en sus exposiciones públicas o performances. Y también nos permite “des-cubrir” el “truco”.

La búsqueda de impacto con frases fuerza, movimientos enérgicos, cambios en los tonos de voz, intervenciones abruptas, silencios y pausas significativas en la oratoria, gestos corporales, que transmitan poder y liderazgo, sensibilidad y aproximación a la audiencia que se pretende interpelar, conmover y adscribir/suscribir.

La búsqueda de estas construcciones de líderes carismáticos ha sido muy cara a organizaciones de poder que no quieren perder sus espacios hegemónicos luego de tantas décadas (¿siglos?) de trabajo expansionista. Y se pueden ver los éxitos de sus esfuerzos.

En nuestro país, Argentina, algunos saben este truco de esconder una joya que brilla en el puño de la mano y dejarla caer en su propio bolsillo para ocultarla. Para que otros, su audiencia, aplaudan con fascinación a las luces brillantes y al show que se les ha preparado.

Que no se mal interprete: para que muchas personas quieran creer en un personaje con trucos de feria, hace falta una situación de vida desesperanzada, frustrada, dolida, por la injusticia de ver que sus esfuerzos no valen de nada, harta de sentir que se le ríen en la cara quienes les roban el futuro a sus hijos…

Y por ello ávida de restituciones y de soluciones inmediatas, aunque sean un bloef, una fantasía, teniendo en cuenta que ya nos prometieron 40 años de sopa.

Llegado de Narnia se nos presenta una “nueva” alternativa de recetas viejas para beneficio de pocos, con nombre y apellido.

Las inconsistencias entre un discurso a los gritos de un futuro promisorio lleno de beneficios para pocos y de la mano de nuestros colonizadores.

La declamatoria de #libertades son tragicómicas frente a la búsqueda desesperada de la suma de poder político con un DNU y una Ley Ómnibus Anti Republicana.

De Presidente a Monarca de rompe y raje en dos meses de gestión. Esa es la paradoja #libertaria. G. Orwel no soñó con tanto cuando escribía 1984.

¿Pero cómo se dieron las condiciones de posibilidad histórico contextuales para semejante distopía?

Sin intenciones de responder a ello y a modo de apertura a la reflexión y el debate, lo primero que podemos observar es que son millones las personas que llevan décadas sintiendo la precarización de sus vidas materiales y la incertidumbre para las vidas de sus hijos.

En frases vacías les prometen lograr lo que otros decepcionaron: como el peronismo en la Argentina administrando salarios de hambre en los últimos años.

La fuerza de este apoyo a la propaganda ´#Basta Casta´ pero ´#Con la Casta´, es la fuerza de las urgencias,  necesidades y constricciones materiales y expectativas no cumplidas.

De la fuerte ansiedad, angustia y desazón en las vidas cotidianas. Observemos la potencia de nuestras emociones que están intrínsecamente vinculadas, amalgamadas con nuestras constricciones materiales y un sistema de exclusión social.

Esta mirada nos permite comprender el por qué la defensa rabiosa de su nuevo “referente” y “líder”. Y ahí la cosa se torna turbia para separar la paja del trigo en algunos razonamientos.

Es importante a estas alturas levantar la mirada del cotidiano para ampliar horizontes de comprensión. Porque si no entendemos cuál es el objetivo de cada jugador en este TEG real (juego de mesa sobre Tácticas y Estrategias de Guerra), si no hacemos un buen diagnóstico, no tendremos una buena respuesta.

La antropología,  la historia, la sociología, la economía política. De todas las ciencias sociales debemos nutrirnos para realizar un análisis geopolítico que nos posibilite proyectar un programa serio.

Este mal vivir de las personas en los tiempos del Neoliberalismo es el campo fértil en el que se siembran las declamaciones rugidas, que pretenden consolidar figuras dominantes que sean a la vez representativas de los reclamos genuinos y legítimos de cada persona, y a la vez de un colectivo social, de sus presentes y por tanto, y por desplazamiento “lógico”, que se erijan como esperanza de un futuro “promisorio”. Aunque sea para pocos, con nombre y apellido público.

La ideología dominante con el cantito de la meritocracia trabaja en el doble juego de las responsabilidades atomizadas, individualizantes a la vez que los manejos de la furia colectiva. No hay una concordancia argumentativa en este discurso: o se proponen denostar al “colectivismo”, o montan sus argumentos en éste. O lo uno o lo otro señores, un poco de congruencia en una misma oración, por favor.

Este discurso moralizante lleva siglos oradando nuestras visiones de la vida. Para las personas que sufren sus cotidianeidades, ansían ver la luz al final de la cueva, aunque sea de una vela y no la del Sol (¿Platón escribió la alegoría para nosotros?).

A esto apelan los siniestros que se nutren del conocimiento científico social de las subjetividades y el descontento de las clases medias y sufrimiento de los desclasados, de las clases subalternizadas.

Para quienes son sistemáticamente atropellados por políticas representativas que NO los representan, esta “promesa” narrativa, hueca pero brillante, es la que los guía y los interpela a sostenerla y consolidarla, porque es lo único que les quedan: los espejitos de colores…

Así es de tremenda la desesperación de más del 12% de compatriotas bajo la línea de indigencia y del 45% bajo la línea de pobreza.

No son números nada más… Y por eso nos interpela el compromiso de pensar una Argentina para tod@s.

Wally.

P.D.: Los invitamos a trabajar en la construcción de otro sentir, sin rabia pero con pasión: una Argentina Libre, Justa y Soberana.


[1] Byung-Chul Han, 2022. “Infocracia. La digitalización y la crisis de la democracia”. Ed. Taurus, 2022.

Wally

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