Entre finales de 2024 y principios del presente los vecinos de Chapadmalal, localidad del sur del municipio de General Pueyrredón (Mar del Plata), han estado recibiendo boletas de luz que son francamente impagables. A continuación, arrojamos un poco de luz sobre una situación que se torna insostenible.

La injusticia social, como pedo de buzo
El azote de los vecinos es la empresa EDEA, quien ha remitido facturas que llegan a montos superiores al millón de pesos a clientes residenciales, bajo el amparo de las desregulaciones y quitas de subsidios bendecidas por el facineroso Milei.
Con incrementos en la facturación que en algunos casos superan el 1500 % de aumento, los vecinos del barrio San Eduardo han empezado a reunirse para encarar la problemática. La Empresa, según diversos testimonios de los damnificados, responde a los reclamos individuales con frases rayanas con una tomada de pelo: “No te diste cuenta de que te estaba viniendo muy poco” y “ustedes debieran haber llamado para quejarse porque las boletas eran muy bajas” comento que le respondieron ante su reclamo una vecina del barrio, en la reunión realizada este miércoles 12/02.
El Ente regulador provincial de la distribución eléctrica (OCEBA), al cual también se acercaron numerosos vecinos para extender sus reclamos, aún no se ha pronunciado ni ha tenido intervención alguna. La empresa (EDEA) ofrece planes de pago en cuotas y excusas flacas, pero ni hablar de un retraimiento de los precios a los valores previos.

“Las tarifas estaban regaladas” dijo un otario
EDEA es una empresa perteneciente al grupo DESA, que controla también a otras tres distribuidoras eléctricas del ámbito bonaerense: EDELAP, EDEN y EDES. Su dueño, Rogelio Pagano, ha surgido de las incubadoras del paisano Elsztain (especulador inmobiliario, IRSA), de la mano de Mindlin (socio de Macri en el negocio energético a través de su sello Pampa Energía).
Denunciada por su falta de inversiones y la fuga de capitales al exterior que realiza recurrentemente su dueño, EDEA ha despuntado también el vicio de la precarización laboral favoreciendo la terciarización de las cuadrillas y el pago de adicionales “en negro” a los trabajadores de planta.
El pobre Rogelio, que a duras penas subsiste con sus emprendimientos de distribución eléctrica, apenas pudo fugarse de la Argentina 5.965.878 dólares en 2020 y ahora es favorecido con incrementos siderales en la facturación por un presidente eunuco que los tilda a los de su calaña (evasores) como héroes.
Mecha corta
En un barrio de laburantes, donde abundan jubilados, pensionados y changarines, la temporada turística siempre promete un alivio y la posibilidad de persistir en el sueño de vivir en un lugar donde los niños juegan con libertad en las calles, rodeados por liebres, chilcas, chimangos y lechuzas. Estos meses, sin embargo, el murmullo se fue transformando en certeza que se comparte a viva voz entre los vecinos: La temporada fue muy mala y los turistas que llegaron al mar lo hicieron cuidando el mango al extremo.
En 2024 General Pueyrredón pasó de ser considerada zona fría (con subsidios al consumo de gas) a ser escenario, junto al resto del país, de los incrementos desbocados al gas envasado, por las desregulaciones de precios impulsada por el eunuco anti-estado que lanza rabietas desde la Casa Rosada. En una zona donde en las adyacencias de Mar del Plata se vivió un invierno con picos fríos de -8° de sensación térmica y el único servicio en red es la electricidad, los incrementos de tarifas tienen efectos calamitosos para numerosos vecinos que ya están planeando relocalizarse en las ciudades para capear la crisis u organizarse para resistir la agresión económica de la cuál son objeto.