Baires, 13 junio 2024
Hoy no pude dormir. No puedo desayunar sin escribir estas líneas. Les agradezco que me acompañen en esta sin razón de debate y de políticas de desarrollo en que vivimos. Y que compartimos en este pequeño encuentro escrito: para mí con dos de azúcar por favor. Gracias.
Voy a empezar exactamente al revés. En lugar de iniciar con la nefasta decisión de la Cámara de Senadores de la Nación de ayer a la noche/hoy por la madrugada, de aprobar la Ley MellevotodopuestoaloNerón, voy a abrir esta Carta con lo que todos queremos escuchar…
La Reconstrucción de la Argentina es posible.
Un Estado Plurinacional en el que el 100% de las personas que lo habiten y lo respeten, van a poder desarrollar sus vidas cotidianas en paz, rodeados de sus seres queridos sin temor a ser perseguidos ni hostigados por quienes son, por lo que piensan, por lo que sienten.
Y acá englobé lo que espero que nos una.
Vivir en paz y con expectativas de presentes y futuros valiosos, subjetiva y comunitariamente, a saber:
Sin temor a quienes somos, personas con múltiples características: complete el casillero de lo individual, lo que nos hace ser a cada uno quienes somos o queremos ser.
Sin temor a lo que pensamos ni sentimos, y aquí entra lo cultural que es sustantivamente colectivo.
En el secundario se estudian estas dos dimensiones como Derechos de Primera y Segunda generación. O sea, los derechos civiles individuales que han sido el caballito de batalla del Liberalismo contra el Absolutismo Monárquico del S. XVIII (procesos endógenos de Europa Occidental exportados al mundo a sangre y fuego Imperialista S. XIX-XX-XXI…). Derecho a la vida, a la libertad, a la identidad, al libre pensamiento, a la libre expresión, al libre culto, posteriormente al sufragio.
Estos iniciales derechos reconocidos “Internacionalmente” por el anglo y desparramados al resto del mundo a los latigazos de la colonización y el endeudamiento, sojuzgando naciones hasta la actualidad; fueron ampliando debates. Luego de la Segunda Guerra Mundial, la configuración de “Organismos Internacionales” – siempre con sede central en EE.UU.- completarían la Institucionalización de lo que en la Argentina el movimiento peronista ya había logrado: los Derechos Sociales (también llamados de segunda generación).
Derecho al trabajo digno, a la salud, a la educación, a una vivienda digna, libertad de la organización social (en esta etapa sería marcadamente gremial-sindical).
Quién puede estar en desacuerdo con estas nociones?
El tema es el Cómo.
Un Estado, por dar un avance de definiciones que pueden complejizarse con facilidad, es un sistema de organización política, social, económica, cultural, simbólica. Es la interacción de sus integrantes para lograr vidas que valgan la pena ser vividas.
Tiene seis elementos que lo constituyen como Estado Moderno: Población, Territorio con fronteras claramente delimitadas, un gobierno, una burocracia administrativa (organización técnico administrativa legal y tributaria), Soberanía reconocida por el resto de sus pares (otros Estados) y el monopolio legítimo de la fuerza/violencia (Fuerzas Armadas, Fuerzas de Seguridad).
Por lo anteriormente expuesto es que se sostiene que el Estado somos todos. Es lo público porque lo construímos quienes lo habitamos.
Desde estas nociones, la política es el ámbito de transformación y gestión de lo público. O sea el debate para la acción concreta de lo que nos atraviesa en nuestras vidas cotidianas. Por ejemplo, decidir la tarifa del boleto de colectivo o de los servicios de gas, luz, agua.
Y otra vez nos preguntamos cómo hacer que esto funcione.
No es nada que no vengamos haciendo las personas de bien. Trabajar, pagar los impuestos. Quienes vienen fallando son quienes ocupan los cargos de gobierno, que no sé a qué escuela fueron, si es que hicieron el secundario. Porque parecen haberse “olvidado” que ellos ocupan por un período con fecha de vencimiento, cargos en el gobierno. Pero no son el Estado.
El Estado Argentino es Republicano, y por tanto -hasta ayer- el poder está desconcentrado para evitar que un único individuo o una elite dirigente, manejen arbitrariamente los destinos de millones con la Fuerza que el Estado detenta.
¿Pero qué han hecho los sucesivos gobiernos con los instrumentos del Estado? Olvidarse del elemento más importante que le da vida: su gente.
Recuperar un Estado Argentino es posible, no con quienes han hecho todo para ponerlo de rodillas hasta el día de ayer en Senadores, inclusive. Con políticas exteriores de amenazas, combate, insultos y alineamientos a conflictos bélicos activos.
Esto es justamente lo opuesto a PAZ, verdad?
Con políticas de gestión de lo público, lo que nos pasa a todos en nuestro día a día, de angustia: como no saber si voy a poder pagar la boleta de luz el mes que viene, si voy a poder pagar todos los días el pasaje hasta mi trabajo, si esta semana voy a poder comprarle carne a mis hijos.
Esto es lo opuesto a vivir un presente que considero digno y me permite soñar con un futuro promisorio.
O sea, no se cumplen ninguna de las dos ideas básicas. Y es con este gobierno, inclusive y sus decisiones.
Con su abierto discurso de destrucción del Estado. Es un ataque al interior de nosotros mismos.
El Estado somos nosotros. Si funciona mal es por nuestra impericia de reclamar a quienes detentan espacios de poder fáctico, real. Y aquí debemos mencionar al poder económico ensobrando a Medios de Comunicación para su propaganda. Para venderles y que compremos que “Todos somos Vicentín”. Si todos somos Vicentín, abramos la fábrica. Deben ser más de 1.000 puestos de trabajo. Ahhh, no. Es propiedad privada. Entonces no somos todos Vicentin.
Cómo salir de este pozo. Sin correr a un abismo.
El esfuerzo, que muchos ya hacemos desde siempre, de trabajar día a día, debe estar encauzado por políticas que generen un circuito virtuoso. O sea, yo trabajo y pago mis impuestos para que mis hijos vayan a la escuela y si alguno se enferma pueda ser atendido y recuperar su salud. Para poder disfrutar en una plaza un día de alegría y tomar mate con mis seres queridos, escuchar música en el aparato que me pude comprar con mi ahorro de mi sueldo.
Yo no puedo, con mi único sueldo, comprar una escuela, una mesa, un banco, pagar 12 sueldos docentes para cada materia, pagar una habitación de hospital, una cama, un equipo de RX, un laboratorio de análisis clínicos, un tomógrafo, el sueldo de cada médico de cada especialidad que necesite cada una de las personas de mi familia. Pagar con mi sueldo individual mis caños y conexión de gas, agua, luz, pagarle a cada obrero, pagarle a cada empresa por sus maquinarias, pagar mi asfalto o mi propio servicio de recolección de basura. No es posible que con mi sueldo de persona de bien. Para eso pago mis impuestos. Para eso está una parte de las funciones del Estado. Se llama Redistribución.
Si Redistribución. Organización Colectiva. Porque solito, nadie puede. Y todos en algún momento de nuestras vidas vamos a necesitar de estas cosas, para nosotros o para nuestros seres queridos.
Para eso nos organizamos.
No necesitamos destruir el Estado. Necesitamos un Estado fuertemente comprometido con su naturaleza de coordinación y gestión de lo público, de lo colectivo.
¿Cómo se sale de esto?
Primero nos tenemos que poner de acuerdo en estas pocas nociones.
Así Reconstruir nuestra Identidad como argentinos/as.
Logrando diálogos y acuerdos. No insultándonos ni descalificando a quien piensa un cómo diferente.
Pero lo que debemos debatir es el cómo, no el Qué. Por eso lo primero es eso:
¿EN QUÉ SOCIEDAD QUEREMOS VIVIR?
¿Una de odio y hostilidad? De ser así, ya está. Si estamos angustiados es porque la respuesta es NO.
Estando seguros y de acuerdo en que queremos vivir en paz, lo otro es estar de acuerdo en el cómo construir un futuro mejor que este presente. Un futuro a partir de mañana, no de 35 años.
Paso 1:
Estar de acuerdo en nuestro objetivo y en respetarnos para cumplirlo.
Paso 2.a:
Reindustrializarnos. Urgente. Hay proyectos para ello. Muchos fueron cancelados hace pocos meses ya estando en marcha, con resultados concretos para poner en funcionamiento. Otros a pocos metros de su meta, como el Gasoducto, el reactor nuclear RA 10, el Proyecto Carem, la reactivación de Tandanor y Astilleros Río Santiago, la potencialidad del dragado propio de la Hidrovía, la salida del canal Magdalena (este gobierno acaba de firmar la cesión al Uruguay).
O sea, ya había presupuesto para estos proyectos. Pero necesitamos más.
Paso 2.b:
Recomponer lazos Regionales. De comercio y de colaboración económica mutua.
Manteniendo siempre nuestra Soberanía. No tenemos que ser “Hermanos” podemos ser buenos compañeros de Equipo Latinoamericano. Si establecemos proyectos de “mutuo” beneficio.
Paso 3:
Soberanía económica y salida al mundo.
Ingresar a los Brics.
No se trata de achicar el Estado. Todo lo contrario. Hay que Agrandarlo.
No en materia de burocracia, sino de Desarrollo.
Un Estado más fuerte, más grande, con un mañana de desarrollo y no de Hambre.
Es Posible.
Con esta Ley, NO. Las Facultades Delegadas es lo único que quería para detentar la suma del Poder. Por eso bajó tantas prerrogativas. Con el poder completo puede destruirnos a todos… es lo que dice que vino a hacer.
Pero este país sigue siendo NUESTRO. SIEMPRE PODEMOS RETOMAR LAS RIENDAS.
Agárrense fuerte…
Wally.
P.D.: Pregunten, pregunten. Y construyamos respuestas. Juntos.